Resumen
En los últimos años, se ha vuelto cada vez más evidente que el diseño y la construcción de edificios deben evolucionar para abordar los desafíos ambientales y climáticos que enfrenta nuestro planeta. La necesidad de repensar cómo diseñamos y construimos edificios se ha convertido en una prioridad urgente.
IA y diseños arquitectónicos ecológicos
La Inteligencia Artificial tiene sus claros y sus oscuros, pero lo que es innegable es que está revolucionando la arquitectura sostenible, optimizando diseños y gestionando recursos de manera eficiente para un futuro más verde. Te contamos cómo.
El cambio climático toca a nuestra puerta con insistencia y la arquitectura lleva años poniéndose las pilas (recargables, por supuesto) para aportar su grano de arena en la construcción de un futuro más verde. Aquí es donde entra en juego el concepto de moda, el que está en boca de todos la Inteligencia Artificial (IA) y sus muchísimas herramientas. Esta herramienta se ha convertido en el compañero de brainstorming ideal para los arquitectos con conciencia ecológica, pero ¿cómo la IA está dibujando un horizonte más sostenible en el mundo de la arquitectura e interiorismo? Siendo un tema solo apto para expertos, intentaremos explicarlo en tono tan fresco como una casa pasiva en pleno agosto.
Casas circulares de Will Garner (wg.xyz en Instagram).
WILL GARNER
¿Cómo están utilizando los arquitectos la IA en pro de un futuro más verde?
Para empezar, la Inteligencia Artificial ya está permitiendo la creación de modelos virtuales que predicen cómo se comportarán los edificios en términos de eficiencia energética. Mediante algoritmos inteligentes, los arquitectos pueden ahora optimizar la orientación de un edificio, su aislamiento, ventilación natural, y hasta la ubicación de cada planta para maximizar la luz solar, sin tener que sacrificar estética por funcionalidad. Algo así como jugar a Los Sims, pero con el destino del planeta en juego
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Además, la IA está haciendo posible la gestión inteligente de recursos en la construcción, reduciendo el desperdicio de materiales y promoviendo el uso de alternativas sostenibles. Imagina un mundo donde cada ladrillo cuenta y es colocado guiado por esta inteligencia, que calcula la cantidad exacta de material necesario, evitando el exceso y favoreciendo la economía circular. Esto no es ciencia ficción, es ciencia hecha acción.